En esta obra, el autor, valiéndose de su experiencia como director espiritual y partiendo de la biblia y de los escritos de San Ignacio de Loyola, nos ayuda a detectar las distintas clases de cizaña que crecen junto con el buen trigo en nuestras vidas. Y nos da unas claves para decidir el mejor método y momento para la poda.
Además de ser un libro clarificador resulta de una lectura muy agradable.