Estas páginas quieren iluminar, dar luz, poner experiencia a tu experiencia. No queremos mecernos en una evocación nostálgica, sensiblera o estéril que tanto daño suele hacer. Queremos acoger la experiencia de Francisco de Asís como un regalo maravilloso. Encontrarnos con él, abrirnos a las grandes cuestiones que nos rodean. Encontrar respuestas desde las intuiciones que vamos descubriendo. Escuchar, después de ocho siglos, la palabra de Francisco. Rememorar sus vivencias. Mirarnos cara a cara en los ojos de él para encontrar el rostro de Cristo. Beber en sus mismas fuentes para saciarnos de la locura del Evangelio.