La vida espiritual no es un logro que tengamos que alcanzar o cumplir, sino un camino interior que quiere transformarnos cada vez más. El benedictino Anselm Grün alienta a sus lectores a creer en la transformación. El que sigue esta invitación reconoce que todo tiene un sentido y que basta abandonarse por entero a Dios, que quiere desplegar su vida divina en mí a través de muchas transformaciones.