Este momento tan especial, es comenzar a vivir de nuevo con alegría la esperanza de las promesas de Dios que está viniendo. Es comenzar a reverdecer nuestros corazones con la esperanza de que está ya en camino el Prometido de siglos. Es comenzar a reverdecer nuestras vidas con la esperanza de que lo viejo está secándose y lo nuevo comienza a hacerse primavera.