Conchita (1862-1937), «un caso único en la mística de hoy»; «un alma bellísima, muy sencilla, fascinante a los ojos de Dios y de los hombres»; una mujer cercana y misteriosa.
Esposa y madre de nueve hijos, escritora mística, inspiradora de las Obras de la Cruz, alma extraordinaria y de un heroísmo sobresaliente, Conchita es portadora de un mensaje para toda la Iglesia y para todas las personas de hoy en día. Su Diario Espiritual y otros escritos que nos dejó guardan tesoros de luz y su propia introducción en el misterio de Dios. Y todo ello, sin dejar de continuar siendo fiel a las labores de su condición social: en su narración podemos encontrar la más sublime elevación mística mezclada con los trabajos diarios de una madre. "Ser esposa y madre –dice– no me impidió jamás la vida espiritual".
Esto es lo que más fascina de ella antes incluso que sus destacables dones espirituales y lo que la hace "cercana", una mujer de nuestro tiempo y para nuestro tiempo. Y así lo ha sancionado la Iglesia con su beatificación, el 4 de mayo de 2019 en México.