El Sacramento de la unción de los enfermos tiene su lugar en el cuidado de la iglesia por los enfermos. La iglesia entiende su servicio a los enfermos como atención Pastoral y acompañamiento. Quien padece una enfermedad entra no sólo en una crisis física sino también psíquica. Necesita de la ayuda de una persona que la escuche y le acompañe. El servicio de la iglesia tiene su máxima expresión en el Sacramento de la unción. Desde el Concilio Vaticano II, La unción de los enfermos ha recobrado su lugar en la consideración de los fieles. Ya no se le entiende Como la ¨extremaunción¨ sino como robustecimiento del enfermo en su vulnerabilidad física y anímica, causada por la enfermedad.