Para el sacerdote, reconocerse un pecador perdonado es la principal motivación para dar testimonio de la infinita misericordia de Dios al momento de administrar el sacramento de la Reconciliación.
Este pequeño manual para confesores quiere contribuir a la formación de los sacerdotes, llamados por Dios a ser Reconciliadores en medio de su pueblo. Y, sobre todo, para que lleguen a serlo cada día de manera más competente, transmitiendo así, de manera más eficaz, el amor misericordioso de Dios.