En san José ponemos nuestra confianza porque fue quien acompañó al Señor Jesús en los primeros años de su vida y lo amó con “corazón de padre”. La Iglesia lo conmemora desde tiempos antiguos. Figura de suma relevancia para la fe y la vivencia comunitaria, está presente en muchas festividades litúrgicas a lo largo del año y bajo su protección se han consolidado seminarios, congregaciones religiosas, instituciones católicas, países, familias y personas de todo el mundo.
El objetivo de estos cuatro novenarios es conocer más la figura de este santo silencioso y su gran mensaje, tomando reflexiones y meditaciones para enriquecer más la fe y la experiencia espiritual a propósito del padre de Jesús y esposo de María y para celebrar los 150 años de su declaración como Patrono de la Iglesia universal.