A veces empleamos el verbo “orar” como si se tratase de una acción concreta y determinada. Sin embargo, es todo lo contrario. Pocos verbos hay más flexibles que este, porque podemos orar de muy diversos modos, dependiendo de las circunstancias en que nos encontremos… De esto trata este pequeño libro: nos ofrece diversos modos de relacionarnos con Dios, para que podamos encontrar la más adecuada para nosotros.