El anuncio hecho por el papa Francisco de celebrar un Jubileo de la Misericordia ha pillado a todos por sorpresa. Ahora bien, es obvio que la misericordia es un punto de referencia permanente para el papa, y la convocatoria de este Año Santo extraordinario es la feliz consecuencia de la atención y del testimonio que Francisco ofrece constantemente a la Iglesia y al mundo.