A lo largo de más de dos mil años, los cristianos hemos descubierto y conocido en profundidad, muchos y muy variadas formas de acercarnos a la oración. Y sin embargo, a pesar de este maravilloso legado, aún existen en nosotros preguntas básicas: ¿Cuál es la mejor forma o método de orar? ¿Por qué se me hace tan complicado orar? ¿Puedo vivir la oración de otra forma?