Sólo desde perspectiva de los excluidos es posible acercarse a la realidad de la globalización con garantías de no engañarnos sobre la misma. La paradoja de que el sistema que todo lo engloba, lo incluye y lo incorpora en su marcha, excluya al mismo tiempo económica, política y culturalmente a la inmensa mayoría es el punto arquimédico donde poner la palanca que desenmascare el carácter ideológico de la retórica de la globalización.