Las Siete Palabras que el Señor pronunció al final de su vida en la cruz, son palabras de plenitud que culminan las enseñanzas de toda una existencia, concluida con la donación total de sí mismo, en obediencia al Padre, para la salvación del mundo. Cada Palabra está sustentada con textos bíblicos y apoyada con algunos pasajes de la Constitución Pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II.