El pensamiento postmoderno no es una novedad; sin embargo, ahora mas que antes sus efectos están presentes en nuestro modo de pensar y de vivir, es decir impregnan la cultura comtemporanea. Por eso es útil , en el momento de encarar la tarea educativa, findamentar los eventuales aportes de la posmodernidad para la comprensión del ser humano, así como tener clara su visión erosiva de cualquier continuidad intergeneracional.
En este libro se analiza tanto la atracción por lo nuevo y sus promesars como la nostalgia por la educación del pasado, a la luz de lo humano que permanece: la inteligencia, la voluntad, la afectividad, los temperamentos y los estilos de aprendizaje.